El senderismo es una de las actividades más practicadas en España, Según la Encuesta de Hábitos Deportivos en España, publicada por el Consejo Superior de Deportes de España en 2023, en nuestro país 8.352.402 de personas practican senderismo y montañismo. Sin embargo, la llegada del Otoño/invierno modifica de manera significativa las condiciones del medio natural y, por ende, los riesgos asociados a esta práctica. El frío, la reducción de horas de luz, la humedad, el hielo y la nieve exigen una preparación más rigurosa tanto en lo físico como en lo material y logístico.
Este artículo plantea, que la adecuada preparación en invierno no solo previene accidentes y situaciones de emergencia, sino que incrementa el rendimiento físico y psicológico del senderista, mejorando la experiencia global.
Pero empecemos con datos:
Estos datos muestran la magnitud de los riesgos cuando la preparación no es adecuada, especialmente en estaciones más frías como otoño e invierno.
Estadísticas y casos reales de rescates en otoño/invierno
- Aragón – GREIM 2024
- 609 rescates, 942 personas auxiliadas, 25 fallecidos
- Causas: sobreestimación de capacidades, falta de equipamiento, terreno abrupto
- Aragón 2024
- Incremento 14 % en rescates respecto a 2023, heridos y fallecidos +20 %
- Actividad principal: senderismo
- Causas: tropiezos, progresión en terreno difícil
- Servicio de Montaña de la Guardia Civil España (Ene-Jul 2025)
- 689 intervenciones, 1.050 personas socorridas, 87 fallecidos
- Causas: personas no federadas, caminatas solitarias, errores de planificación
- Granada – GREIM 2024
- 140 rescatados, 10 fallecidos, 55 heridos, 75 ilesos
- Causas: desconocimiento del terreno, negligencia meteorológica, rutas complicadas
- Huesca – invierno reciente
- 100 rescates en la temporada
- Causas: condiciones meteorológicas adversas, suelos helados, confianza excesiva
- Aragón 2024 – Comunidad Autónoma
- 51 % de todos los rescates de montaña en la región
- 84 % de casos con uso de helicóptero
- Causas: tropiezos (≈47 %), progresión en terreno abrupto (≈14 %)
Y esto es solo en los lugares que hay estadísticas !!! No son casos aislados: el número de rescates y fallecimientos crece año tras año si no se toma conciencia.
- Hay una fuerte correlación entre falta de equipamiento, sobreestimación de aptitudes físicas, rutas mal elegidas y condiciones meteorológicas adversas, especialmente al inicio o al final del día con poca luz, o en suelos resbaladizos por hielo/nieve.
- En muchas ocasiones se da el rescate en personas sin ningún conocimiento del medio, haciendo la ruta solas, o sin comunicación efectiva, lo que agrega riesgo.
- Los helicópteros y servicios especializados son recursos clave, pero implican logística, coste, tiempo de respuesta, lo que hace que ( como siempre) la prevención sea muchísimo más económica y segura.
Como veis y siempre decimos en Orosa Aventura, el medio natural es un medio «hostil» pero con una mínima preparación y conocimientos, nos permitirá disfrutar del medio natural con seguridad, confianza y vivir nuestras aventuras.

1. El impacto del invierno en el senderismo
Antes de hablar de preparación, es necesario comprender qué cambia realmente en el medio natural cuando llega el invierno. No se trata únicamente de temperaturas más bajas, sino de un conjunto de factores que afectan directamente a la seguridad y la planificación. Reconocer estos condicionantes es el primer paso para anticiparse a ellos.
El invierno trae consigo tres condicionantes principales:
- Reducción de horas de luz: En diciembre, la media en España oscila entre 8 y 9 horas de sol, lo que limita la ventana para completar rutas largas.
- Condiciones meteorológicas cambiantes: Según la AEMET, el otoño / invierno presenta mayor inestabilidad con riesgo de lluvias intensas, nieblas y nevadas que reducen la visibilidad.
- Mayor gasto energético: Un estudio de la Universidad de Ginebra (2019) determinó que caminar con frio y terrenos mojados o embarrados aumenta hasta un 40% el consumo energético respecto a hacerlo en terreno firme.

2. Preparación de la ruta
Una ruta bien diseñada es sinónimo de seguridad. En otoño / invierno, los errores de planificación se pagan más caros: una salida tardía puede dejarnos sin luz, una mala elección de recorrido puede exponernos a zonas heladas o peligrosas, y no prever alternativas puede convertir un contratiempo en una emergencia. Por ello, la planificación de la ruta es uno de los pilares fundamentales.
- Elección del itinerario ( en nuestra casa) recuerda: A dónde / por dónde / cómo y cuando
- Optar por rutas conocidas o de dificultad media-baja en caso de inexperiencia.
- Consultar partes meteorológicos oficiales (AEMET, Meteogalicia, Ventusky).
- Considerar alternativas y rutas de escape o evacuación en caso de necesidad.
- Planificación horaria
- Iniciar la ruta a primera hora de la mañana para aprovechar al máximo la luz natural.
- Calcular la duración añadiendo un 30% más de tiempo por posibles imprevistos (ejemplo: si la ruta son 4 horas en verano, estimar 5h15 en invierno).
- Comunicación y seguridad
- Informar siempre a un tercero de la ruta prevista y horario aproximado de regreso.
- Valorar el uso de walkies (PMR) o dispositivos de geolocalización en zonas sin cobertura móvil.
Si vas con un grupo, empresa, ayuntamiento o asociación: Que la persona que guie la ruta sea un Guía titulado y con experiencia.

3. El material imprescindible
Contar con el material adecuado puede marcar la diferencia entre una experiencia agradable y una jornada de sufrimiento o riesgo. En otoño / invierno, cada elemento de la mochila y de la ropa adquiere mayor relevancia, ya que el frío y la humedad pueden comprometer la seguridad en cuestión de minutos. A continuación se detallan los imprescindibles.
Aunque el material más imprescindible que nunca olvidarás en casa y nunca perderás son las habilidades y conocimientos que adquieres cuando te formas, en seguridad en el medio natural.
Mochila
- Capacidad de 20-30 litros para rutas de un día.
- Sistema de hidratación o cantimplora (mínimo 1,5L de agua).
- Comida energética: frutos secos, barritas de avena, chocolate.
- Botiquín básico con manta térmica.
- Silbato de emergencia.
- Muda de repuesto ( calcetines y camiseta)
- Chubasquero o poncho.
- Pequeño kit de emergencias.
- Brújula.
- Linterna frontal con pilas de repuesto: recordemos que la noche llega antes.
Ropa
La ropa es la primera línea de defensa frente al frío. No se trata de abrigarse mucho, sino de hacerlo de forma inteligente, con capas que permitan adaptarse al esfuerzo y a los cambios de temperatura.
El principio de las 3 capas es la estrategia más eficaz, avalada por manuales de montaña del UIAA (Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo):
- Capa base transpirable (camiseta térmica o Técnica que no retenga el sudor).
- Capa intermedia aislante (forro polar fino o chaleco).
- Capa externa impermeable y cortavientos (chaqueta técnica).
Además:
- Pantalones de montaña con cierta resistencia al agua.
- Guantes, gorro y buff: se estima que el 30% del calor corporal se pierde por la cabeza, extremidades y cuello.
- Calcetines técnicos confortables, cómodos y que transpiren a la vez que nos dan calor.
Calzado
El calzado es probablemente la decisión más crítica. Unas botas inadecuadas pueden provocar lesiones, ampollas o incluso hipotermia por filtraciones de agua.
- Botas o zapatilla de senderismo impermeables con membrana impermeable y transpirable.
- Suela con buen agarre y tacos (ejemplo: Vibram).
- En rutas con nieve: crampones ligeros o microspikes.

4. Precauciones específicas
Además del material y la ruta, existen factores invisibles que debemos tener presentes. Muchos accidentes no ocurren por caídas espectaculares, sino por una cadena de pequeños descuidos: no hidratarse, no reconocer los síntomas del frío o sobreestimar la propia capacidad física. Tener en mente estas precauciones puede marcar la diferencia.
- Hipotermia: reconocer signos tempranos (temblores, torpeza motora, somnolencia). La OMS (2021) indica que incluso temperaturas por encima de 0 °C, con viento y humedad, pueden desencadenarla.
- Orientación: la nieve o niebla puede ocultar marcas de sendero. El uso de brújula, mapa en papel, GPS o aplicaciones con mapas offline es esencial.
- Aislamiento: prever que en invierno los caminos tienen menos tránsito, lo que implica menor probabilidad de recibir ayuda espontánea.
- Sobreesfuerzo: caminar con capas de ropa y en frío exige más al organismo. Se recomienda una hidratación constante y pausas regulares de 5-10 minutos cada hora. ( 50 caminando/10 de descanso)
El senderismo despues del verano ofrece paisajes únicos y experiencias enriquecedoras, pero también exige un compromiso mayor con la preparación y la seguridad. La evidencia muestra que la mayoría de los accidentes en montaña se deben a fallos de planificación y equipamiento más que a las condiciones extremas en sí.
En este enlace tienes nuestras próximas rutas de senderismo que realizaremos https://www.orosaaventura.com/events/
En este sentido, colegios, empresas y ayuntamientos que fomenten actividades de senderismo deberían incluir protocolos formativos de preparación invernal, asegurando que los participantes comprendan la importancia del material adecuado, la planificación horaria y las precauciones frente a los riesgos climáticos.

5. Psicología aplicada al senderismo en otoño/invierno
Salir al medio natural en estaciones frías requiere preparación mental además de física. Las condiciones invernales pueden generar estrés por frío, oscuridad o aislamiento, pero también ofrecen importantes beneficios psicológicos.
Beneficios comprobados
- Reducción de estrés y ansiedad: caminar 45‑60 min en la naturaleza reduce cortisol (Universidad de Essex, 2019)
- Mejora del estado de ánimo: la luz natural regula serotonina y ayuda a prevenir Trastorno Afectivo Estacional (SAD)
- Incremento de resiliencia: enfrentar frío, nieve y barro fortalece la confianza y la capacidad de adaptación
- Mindfulness activo: concentrarse en cada paso y en el entorno reduce pensamientos intrusivos
Cómo prepararnos psicológicamente
- Establecer objetivos claros y realistas
- Visualización de la ruta y anticipación de dificultades
- Respiración profunda y pausas conscientes
- Trabajo en equipo y comunicación
- Aceptación del entorno y adaptación a cambios
Siempre explicamos en Orosa Aventura que la preparación rigurosa de las rutas de senderismo en invierno no es opcional, sino una medida necesaria de autoprotección, bienestar y prevención, tanto para individuos como para grupos y entidades.

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