Charo Quintáns, médica de familia.

El botiquín que ahora llevo a las rutas y a los cursos de supervivencia y emergencias ha ido cambiando y mejorando con el tiempo gracias a las experiencias – y a los imprevistos – que he ido viviendo, y que son ineludibles si realizas actividades en el medio natural.

            Soy una médica de familia que ha trabajado, entre otros, en centros de salud rurales y en la Central de Coordinaciòn de Urgencias del 061 donde se reciben todo tipo de alertas; y soy peregrina, senderista y alumna, aún novata, de los cursos de supervivencia y emergencias en el medio natural; así que sé, porque lo he vivido, que cualquier cosa puede suceder en cualquier lugar y en cualquier momento.

            Por eso, a la hora de preparar mi botiquín, pienso en lo que me va a ayudar a solventar, al menos temporalmente, desde una urgencia menor hasta una emergencia, que es aquella en la que existe riesgo real de que alguien muera si no actuamos de forma rápida antes de que lleguen los equipos de rescate.

Botiquín Outdoor

            Es un botiquín con material que puede usar cualquier persona, no sólo personal sanitario, y no es cerrado, sino que cada uno lo puede adaptar en función del tipo de actividad que vaya a hacer.

             No es lo mismo ir a una ruta llana, sencilla, de poca duración, en una zona accesible, que irse a una ruta de montaña de difícil acceso para los equipos de rescate, que irse a hacer barranquismo o escalada. No es lo mismo pasar una mañana fuera que un fin de semana o varios días. No es lo mismo ir solo que ir en grupo ni es lo mismo ir con adultos o con niños.

Recuerda las 4 preguntas que nos debemos de hacer cuando preparemos la mochila:

  • ¿A dónde?
  • ¿Por dónde?
  • ¿Cómo?
  • ¿Cuándo?

Así que estas son mis sugerencias para una mochila-botiquín explicando la razón de cada una.

Empezaremos con material para una mochila de grupo.

1. Tarjeta EVASAN,

            Es una tarjeta hecha por “Orosa Aventura”, muy práctica y sencilla, con los pasos que debemos dar para alertar adecuadamente a los equipos de rescate. No me voy a parar ahora con ello, pero quiero recordar que, antes cualquier emergencia, hay que seguir el protocolo PAS: Proteger, Avisar y Socorrer/iniciar las maniobras de RCP (reanimación cardiopulmonar) en caso de ser necesarias. Protocolo y maniobras que deberían ser de enseñanza obligatoria en las escuelas.

2. Un tarp o similar.

            Tiene múltiples usos: para acostar sobre él a la persona inconsciente y aislarla del suelo sucio o húmedo, como camilla improvisada, para colocar el material que necesitemos para asistir al accidentado sin que se ensucie, etc.

            Como complemento al tarp deberíamos llevar cordino o cuerda, navaja (para cortar el cordino) y mechero (para sellar los extremos del cordino).

            Existen camillas de lona plegable y de muy poco peso que ocupan lo que una camiseta doblada.

3. Un paraguas.

            Aunque sea pequeño, si hay previsión de lluvias. La ignorancia, o la inconsciencia, son atrevidas. Cuando a alguien como yo, que ha caminado 22 km del Camino de Santiago bajo lluvia constante sin importarle lo más mínimo, alguien – en este caso, Patricia, nuestra técnica de senderismo – le dice: “Mañana puede llover, llevad paraguas”, eso puede llegar a parecerle una broma o un incordio (“Buff, cargar con un paraguas”), pero en el momento en el que alguien pierde el conocimiento y tienes que acostarle sobre el suelo húmedo y ves que puede ponerse a llover en cualquier momento, lo echas de menos. Sin paraguas o sin una lona que sirva de parapeto tendrás a una persona inconsciente que acabará en hipotermia por haberse mojado.

4. Una manta térmica.

            De doble uso, tanto para aislar del calor como del frío, según el lado que utilicemos. En un shock por hemorragia severa o de otro tipo el accidentado puede estar o sentir frío. La manta le proporcionará confort y es vital en situaciones de hipotermia.

5. Un collarín cervical plegable.

            Si un grupo sale a escalar, hacer barranquismo, rappel, etc, no estaría de más que al menos alguien lo llevara en la mochila.

            En cualquier accidente desde gran altura o en un traumatismo craneal por un objeto contundente (caída de un árbol, por ejemplo), deberíamos sospechar lesión cervical e inmovilizar correctamente el cuello para evitar lesiones medulares.

            En caso de no llevarlo, se puede improvisar con dos viseras, por ejemplo, como nos han enseñado en Orosa Aventura en los cursos de supervivencia y emergencias en el medio natural.

6. Cánula de guedel.

            Si alguien del grupo tiene formación en RCP, podría valorar llevarla por su pequeño tamaño. Ayuda a mantener la vía aérea abierta en un paciente inconsciente al que no se puede colocar en posición lateral de seguridad (acostado sobre su lado izquierdo).

7. Un torniquete homologado.

            Las hemorragiasseveras por accidentes con objetos punzantes o cortantes (cuchillos, hachas, desbrozadoras, etc), junto con las reacciones alérgicas graves a picaduras de avispas y/o abejas, son  dos de las emergencias más frecuentes en el medio rural. Una persona puede morir por cualquiera de ellas si no actuamos rápido.

            Por eso considero que es imprescindible llevar siempre uno.

            En su defecto se pueden improvisar torniquetes con materiales que tengamos a mano, Orosa Aventura enseña cómo, pero lo mejor es que sea homologado para evitar el menor daño posible al accidentado y asegurarnos una buena compresión.

            Además del torniquete debemos llevar: material hemostático (lo hay en gel, gránulos apósitos), gasas o compresas y venda para mantener el taponamiento de la herida.

            Quiero recordar que nunca debemos retirar un objeto enclavado (no me refiero a pequeñas astillas). Ha de inmovilizarse y retirar en un centro hospitalario.

            Y sería de gran ayuda para el personal sanitario que acuda a la emergencia que lleváramos encima algo que informara de nuestras alergias  y  nuestro grupo sanguíneo: una medalla o un parche adhesivo o cosido a nuestra mochila o en cualquier lugar visible.

8. Una jeringa precargada de adrenalina para administración subcutánea.

            Como ya dije antes, además de las hemorragias severas, las picaduras de avispa o abeja, por ejemplo, pueden provocar la muerte de una persona.

            Si tras una picadura, alguien empieza a notar mareo, dificultad para respirar, hinchazón de labios y cara, voz ronca, picor generalizado, sobre todo en palmas de manos y plantas de pies, vómitos y diarrea, habones por todo el cuerpo… debería auto administrarse o recibir inmediatamente una inyección subcutánea de adrenalina y avisar al 112 o al 061.

            Hay varias marcas comerciales y dosis diferentes para adultos y niños. Muy faciles de usar. Ni que decir tiene que toda persona que ya sabe que es alérgica a ciertos alimentos o picaduras de insectos debería llevarla siempre consigo.

9. Un sobre de solución hidroelectrolítica como las que se utilizan en gastroenteritis.

            Las hipotensiones o pérdidas de conocimiento por deshidratación, bien por pérdidas, como sudar profusamente por calor o esfuerzo, bien por no beber lo suficiente, son frecuentes.

            Disolver un sobre en un litro de agua y dar sólo a la persona consciente, nunca forzar la ingesta en personas inconscientes o con bajo nivel de conciencia. En su defecto, usar bebidas isotónicas.

10. Una ampolla de solución de glucosa concentrada. Un sobre de azúcar.

             Las hipoglucemias pueden ocasionar pérdidas de conocimiento tanto en persomas diabéticas como en las que no lo son por ingesta inadecuada.

            En una persona inconsciente se podría intentar poner un poco de azúcar entre el labio y la encía inferiores o bajo la lengua mientras la tenemos en posición lateral de seguridad, pero nunca forzar que trague. Si recupera la conciencia darle poco a poco la solución de glucosa diluida en  agua. Puede darse sin diluir.

            Cualquier persona diabética que salga de ruta debería llevar consigo una jeringa refrigerada de glucagón y enseñar al resto del grupo qué hacer en caso de que pierda el conocimiento por hipoglucemia.

11. Un inhalador de Salbutamol, una aspirina y un spray o dos comprimidos de nitroglicerina sublingual.

            «Esto forma parte de mi botiquín porque soy médico y ya he tenido algún que otro susto.»

            Es muy importante que todo el que realice actividades en el medio natural lleve consigo sus medicaciones de rescate en función de las enfermedades que padezca.

12. Un Pulsioxímetro:

Un pulsioxímetro u oxímetro de dedo es un aparato médico que consigue monitorizar el nivelde concentración de oxígeno que tenemos en la sangre de una manera no intrusiva.

una vez colocado el aparato en nuestro dedo, conseguirá decirnos con exactitud cuál es la cantidad de sangre oxigenada que nuestros pulmones están mandando a todo nuestro cuerpo y si están funcionando bien. Algo muy importante para el buen funcionamiento de nuestro organismo sobre todo cuando estamos en montaña.

“Conviene recordar que si tenemos los dedos muy fríos o la persona tiene problemas circulatorios, el pulsioxímetro podría dar datos erróneos”

Botiquín individual Outdoor:

13. Para heridas menores por objetos cortantes:

– Esponja jabonosa para limpieza.

– Ampollas de suero fisiológico.

– Gasas.

– Solución antiséptica.

– Tijeras.

– Tiras de aproximación.

– Apósitos/tiritas.

– Esparadrapo o venda adhesiva.

14. Para ampollas:

– Aguja e hilo.

– Solución antiséptica.

– Apósito especial para ampollas u otra alternativa con venda.

– Vaselina para prevención.

15. Para quemaduras:

– Ampollas de suero fisiológico.

– Gasas.

– Gel/pomada/apósito especial para quemaduras.

– Venda.

16. Para traumatismos y contusiones:

– Un pañuelo grande estilo shemag para inmovilización de extremidades superiores si no se dispone de cabestrillo sling básico.

– Férula de antebrazo (en su defecto material improvisado con lo que tengamos a mano) y dedo (en su defecto un depresor lingual).

– Venda adhesiva para vendaje funcional de tobillo. Venda de algodón.

– Antiinflamatorio en stick/spray o crema.

17. Para picaduras:

– Pinzas de punta fina para extracción de garrapatas, astillas, etc.

– Navaja (para extraer con su parte roma el aguijón de abejas o avispas).

– Esponja jabonosa.

– Ampolla de suero fisiológico.

– Antiséptico.

– Antihistamínico o corticoide tópicos (gel/pomada).

            Como se habrá podido ver, parte del material se repite. He preferido desglosarlo así, por tipo de urgencia, de aquí que cada uno elija después qué quiere cubrir con su botiquín.

Recuerda una máxima de primeros auxilios. «Si no sabes…no toques, y si no sabes para que se usa… no lo uses»

18. Si la salida al medio natural es de fin de semana o de varios días y según el tipo de actividad, valorar, además:

– Pastillas potabilizadoras de agua.

– Termómetro.

– Medicación en comprimidos para adultos. Modificar en caso de niños.

  • Antitérmicos, analgésicos, antiinflamatorios: paracetamol, metamizol, ibuprofeno, aspirina.
  • Antialérgicos: corticoide (prednisona, metilprednisolona), antihistamínico (cetirizina), dexclorfeniramina.
  • Antiemético (vómitos): metoclopramida.
  • Antidiarreico: loperamida.
  • Antibiótico: amoxicilina/clavulámico o alternativa en caso de alérgicos a la penicilina.
  • Otros en función de los antecedentes de cada uno o de episodios que sufra con cierta frecuencia: omeprazol para gastritis, sulpirida para vértigos, etc.

            Como ya dije al principio, mi botiquín es resultado de lo que he vivido. Cada uno ha de adaptarlo e individualizarlo en función su formación, de la actividad que vaya a realizar, de su duración y de si va solo o en grupo.

                                                                                                          Espero que sea una guía útil.

Categories:

No responses yet

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *