El senderismo es una de las actividades al aire libre más practicadas en la actualidad, y una de las actividades más demandadas en Orosa Aventura, pero su origen se remonta a los albores de la humanidad y no empezó por el placer de recorrer parajes bonitos o visitar sitios turísticos.
Desde tiempos primitivos, el ser humano ha caminado largas distancias por necesidad, ya sea en busca de alimento, refugio o mejores condiciones climáticas. Con el paso de los siglos, este hábito de desplazamiento ha evolucionado, transformándose en una actividad recreativa que millones de personas practican por placer, salud y conexión con la naturaleza.
Senderismo en la Prehistoria: Una Necesidad de Supervivencia
Los primeros homínidos eran nómadas por naturaleza. Grupos de cazadores-recolectores recorrían grandes extensiones de territorio en busca de recursos esenciales. Según estudios antropológicos, el Homo erectus ya caminaba largas distancias hace aproximadamente 1,8 millones de años, lo que facilitó su dispersión desde África hacia Asia y Europa.
En el Paleolítico, la caza y la recolección requerían movilidad constante. Los humanos dependían de su capacidad de desplazarse para seguir las migraciones de los animales y recolectar frutos, raíces y otros alimentos estacionales. La arqueología ha evidenciado senderos prehistóricos que conectaban asentamientos temporales con zonas de caza y agua, muchos de los cuales aún hoy sirven como rutas de senderismo.
Ellos por necesidad y evolución mantenian unas capacidades de orientación más puras que las nuestras, estaban acostumbrados a orientarse por los vientos, las luces del cielo «estrellas» los arroyos, los senderos de animales, el perfil de las montañas y otros indicios, ya que de nada les servia cazar si no podian volver a casa a llevar la comida para alimentar a los suyos.


La Evolución del Senderismo a lo Largo de la Historia
Con la aparición de la agricultura y la domesticación de animales en el Neolítico (hace unos 10.000 años), las comunidades humanas comenzaron a asentarse, reduciendo la necesidad de desplazamientos constantes. Sin embargo, muchas civilizaciones antiguas mantenían redes de caminos para el comercio, la guerra y la exploración.
En la Antigua Roma, la construcción de calzadas facilitó el tránsito de ejércitos y comerciantes, estableciendo rutas que siglos después serían aprovechadas por viajeros y peregrinos. Un ejemplo es el Camino de Santiago, cuyas primeras referencias datan del siglo IX y que hoy es una de las rutas de senderismo más famosas del mundo.


Durante la Edad Media y el Renacimiento, los caminos siguieron siendo esenciales para el comercio y la peregrinación. Ya en el siglo XVIII, con el auge del pensamiento romántico, caminar por la naturaleza empezó a verse no solo como una necesidad sino como una actividad inspiradora y placentera. Autores como Jean-Jacques Rousseau promovieron la idea de caminar como una forma de conectar con uno mismo y con el entorno natural.
Senderismo en la Modernidad: Del Deber al Placer
El senderismo moderno como actividad recreativa comenzó a consolidarse en el siglo XIX, cuando el alpinismo y las excursiones al aire libre se popularizaron entre la burguesía europea. Clubes de montañismo, como el Alpine Club en el Reino Unido (fundado en 1857), marcaron el inicio de la exploración recreativa de la naturaleza.
En el siglo XX, con la mejora de los transportes y el auge del ecoturismo, el senderismo se convirtió en una práctica accesible para la mayoría de la población. En la actualidad, según datos de la Organización Mundial del Turismo, el senderismo y el turismo de naturaleza representan aproximadamente el 15% del sector turístico mundial.
Hoy en día, las rutas de senderismo están perfectamente señalizadas y equipadas, permitiendo a los excursionistas disfrutar del medio natural con seguridad. Existen senderos famosos como el Appalachian Trail en EE.UU., el Camino del Inca en Perú y el GR-20 en Córcega, cada uno con características únicas que atraen a aventureros de todo el mundo.


Comparación Entre el Senderismo Primitivo y el Moderno
Si bien el senderismo primitivo era una necesidad de supervivencia, el actual es una elección voluntaria para el bienestar físico y mental. Mientras que los primeros humanos caminaban en condiciones extremas y sin infraestructura, los senderistas modernos cuentan con equipamiento especializado, señalización y tecnología de geolocalización.
Sin embargo, ambos comparten un elemento en común: la conexión con la naturaleza. Así como los antiguos cazadores-recolectores dependían de la observación del entorno para sobrevivir, los senderistas contemporáneos buscan en el paisaje un refugio frente al ritmo acelerado de la vida moderna.
Algo que en Orosa Aventura nos gusta recordar, es que creemos casi en la necesidad de volver a disfrutar y reconectar de la naturaleza de una forma más primitiva, adquiriendo esos conocimientos y habilidades que nos permitan reconectar con la naturaleza mas ancestralmente, sin tanta tecnología, GPS, móviles y aparatos electrónicos.
Conclusión
El senderismo ha pasado de ser una necesidad vital a una actividad recreativa globalmente practicada. Su evolución refleja el cambio en la relación del ser humano con su entorno, desde la lucha por la supervivencia hasta la búsqueda del bienestar y la conexión con la naturaleza. Caminar por senderos hoy es un homenaje a nuestros ancestros nómadas, una forma de recordar que, aunque las motivaciones hayan cambiado, el acto de caminar sigue siendo una parte esencial de nuestra historia y cultura.
Pero recuerda siempre realizar las actividades en el medio natural de una forma segura y consciente de los peligros que el campo y la montaña tienen.
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